miércoles, 11 de noviembre de 2020

FINAL DE LOS ESPAÑOLES EN LA NUEVA GRANADA. Cartagena, 10 de octubre de 1821. Por ARMANDO BARONA MESA.

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FINAL DE LOS ESPAÑOLES EN LA NUEVA GRANADA

Cartagena, 10 de octubre de 1821 


ARMANDO BARONA MESA *





    

 






Este texto fue presentado y leído por el autor

en el primer "Conversatorio sabatino de Historia" virtual ** 

realizado el 28 de noviembre de 2020, en el marco de nuevas actividades

programadas por la Academia de Historia del Valle del Cauca.

Enlace para acceder al VIDEO en diferido del evento, al final del texto ** 



Los españoles habían reinado por un poco más de trescientos años en el país de mares donde confluía, para admiración de todos, un nuevo océano que Vasco Núñez de Balboa llamó -en septiembre de 1513- el Océano Pacífico. En ese momento dejó de existir aquella que los viejos navegantes denominaban la Mar Océana; y se supo que el mundo era redondo y continuaba más allá de este nuevo continente recién descubierto. Allí, al lado, en una bahía placentera, se fundó la ciudad de Cartagena de Indias el 1o de junio de 1533 por don Pedro de Heredia.

Pero es preciso anotar que ese imperio español en la Nueva Granada no duraría solo hasta el 7 de agosto de 1819 con el triunfo en Boyacá de los patriotas; sino que la bandera española, que tremolaba en la muralla que protege a Cartagena, solo sería arriada cuando fue vencido el último reducto de los peninsulares en la Ciudad Heróica, como la llamó Bolívar, por el general almirante José Prudencio Padilla y el general Mariano Montilla, después de un sitio prolongado. A un lado estaba el recién ascendido a coronel efectivo, de veintiún años, José María Córdova.

Esas últimas fuerzas peninsulares se declararon vencidas el 10 de octubre de 1821, según el acta de capitulación. Entonces, rindiéndoles los honores correspondientes los patriotas, arriaron el estandarte de España y se fueron hacia Cuba con la promesa de honor de nunca más volver armados. Sin armas sí podrían.

Esta es la historia:

Mientras Bolívar en Barranquilla en el mes de agosto de 1820 ordena a Córdova y a Maza la toma definitiva de Santa Marta, bajo el mando del primero como comandante, quien aun conserva las insignias de teniente coronel. Ambos son subordinados del aun coronel Mariano Montilla -ya ascendido a general-, mientras se desarrollan estos planes.

Pero ocurre que cuando Córdova se encuentra inspeccionando las fuerzas y los planes, sobrevino un desastre fortuito e inesperado en Turbaco, población cercana a Cartagena y cuartel general de las tropas republicanas, que desde allí alimentaban el sitio que han impuesto desde un tiempo atrás a los realistas en Cartagena.

El 1 de septiembre de 1820 éstos, bajo la pasividad y negligencia del coronel venezolano Ramón Ayala, comandante de las fuerzas sitiadoras de Cartagena, fueron asaltados por los españoles a las seis y media de la mañana, sin que hubiera ninguna organización preventiva de parte de las tropas de Ayala, completamente desprevenidas, a pesar de que había sido enterado de los planes realistas. Y los españoles dieron cuenta de ellos. Eran mil hombres y solo se salvaron, dispersos por la región, unos doscientos.

Bolívar, muy preocupado por este insuceso, nombra a Córdova como jefe del estado mayor para atender lo relativo a Cartagena. Por cierto, cuando éste llega a Turbaco el 8 de septiembre de 1820, estaba cumpliendo veintiún años.

Todo esto pasa cuando iba a darse inicio al armisticio convenido entre Bolívar y Morillo, todavía en Venezuela.

Es claro que la pérdida que se había sufrido en Turbaco después del fracaso por negligencia de Ayala y por supuesto de Montilla, podía dar al traste con los esfuerzos y planes del Libertador en relación con Venezuela. Por eso lo primero que hace es, sabiendo la experiencia en el arma de caballería que había adquirido Córdova al lado de Páez, le ordena que levante un escuadrón de jinetes y lanceros, órdenes que cumple a la perfección el héroe antioqueño. Los dota de uniformes adecuados y los acompaña de una fanfarria montada que eleve el ánimo en las batallas con la música popular antioqueña.

Claro que Bolívar, mientras alienta personalmente este frente de batalla, está con su incansable movilidad en Venezuela dirigiendo asombrosamente sus fichas y enfrentando al español, menguado después de la batalla de Boyacá. Se aproxima el gran triunfo final, que Morillo ya había intuido.

Morillo sabe que la guerra está perdida para su bando realista y así lo dice en un informe a sus superiores. Cumple recordar que en la Península se han dado sucesos como la Revolución de Riego que hacen imposible la llegada de refuerzos españoles; y es el propio Pacificador quien, dejando de lado su soberbia, pide inicialmente un armisticio, cuando estos sucesos se están cumpliendo en Cartagena, que habría de culminar con la entrevista de Santa Ana, y por supuesto, todo esto habría de conducir a la fase final cuando tiene lugar la batalla de Carabobo.

Pero volviendo al momento que nos ocupa en la costa Caribe, es así que cuando Córdova se encuentra en Turbaco con sus tropas y de comandante del Estado Mayor al entrar a regir el armisticio, por circunstancias de caballerosidad independientes de la guerra, traba amistad con el comandante de las fuerzas realistas de Cartagena, don Gabriel de Torres, alto oficial de escuela. Es coronel, igual que Córdova.

Éste, en pleno armisticio y con esa rara hidalguía que le caracterizaba, invita a Córdova a ver sus batallones y el adiestramiento que tienen dentro de la ciudad amurallada. Aunque parezca raro, no es fingido, es sincero. Y Córdova visita a Cartagena y observa.

El historiador Roberto Botero Saldarriaga describe así este episodio:

El instruido y astuto coronel Torres hizo uniformar de parada al veterano regimiento de León, luego lo hizo desfilar bajo los balcones de su casa y en la plazoleta el Regimiento se dedicó a maniobrar con la precisión, con la veteranía de aquellos cuerpos peninsulares que hicieron la guerra en España al emperador Napoleón, es decir admirablemente. El joven soldado montañés miraba con complacencia la bizarría y conocimientos de aquellos valientes, y su alma llena de fuego y de vehemencia no pudo contener que de sus labios surgiera noble, francamente, un sonoro: ¡Admirable!

Torres contestó: - Pero Ud. manda un batallón que tiene fama de ser muy disciplinado, valiente, y de hombres altos y buenos mozos.

’’ -Lo único que saben, y nadie les supera, es ... cargar a la bayoneta, contestó concienzudamente el intrépido joven coronel Córdova.”

Cartagena, bajo el dominio de las fuerzas realistas que la ocupaban, debió soportar un asedio de trece meses, que no cesó con el armisticio, pues todos estaban en sus puestos aunque sin atacarse. Solo se silenciaron los cañones y fusiles.

Entre tanto y antes del arministicio, la excursión a Santa Marta se cumplió satisfactoriamente el día 11 de noviembre de 1820, bajo el mando en tierra de Montilla, Brion por el mar y José Prudencio Padilla por la Ciénaga Grande. Tomaron Santa Marta y Ciénaga. El coronel Hermógenes Maza estuvo brillante y después de la victoria permaneció en esa ciudad donde se enamoró y casó en medio de murgas bullangueras y baile. ¡Costeños al fin y al cabo!

El armisticio duró hasta el 4 de mayo de 1821. Padilla tomó entonces con sus numerosos barcos el canal del Dique y el 24 de junio se dio una primera batalla conocida como “La noche del San Juan”, que Urueta y Piñeres describe:

“Reforzados los defensores de la libertad con tan importante auxilio (los 43 buques de Padilla), pudieron emprender nuevamente operaciones: resolvieron un proyecto fabuloso, de casi imposible realización: sorprender y tomar las fuerzas sutiles españolas que se encontraban amparadas por las baterías de la plaza. Concertado el plan con el ejército de tierra para figurar un ataque general a la plaza y hacerlo efectivo sobre las fuerzas sutiles españolas, la escuadrilla de Padilla se apostó en el Manzanillo, a las ocho de la noche del 24 de junio, y a las 12 se retiró la ronda para ser relevada, y aprovechando esta oportunidad, los republicanos siguieron las aguas de ésta, y rompiéndose los fuegos en todos los puntos de la línea, Padilla logró sacar, después de un horrible combate al arma blanca, y bajo los fuegos de las baterías del Reducto, cerro (Castillo de San Felipe), Santa Isabel, Barahona y San Ignacio, todos los bongos, lanchas y barcas existentes en el Arsenal.

“Distinguiéronse en esta acción todos los oficiales y soldados de la escuadrilla, pero fueron especialmente recomendados en el parte de la acción los oficiales Jacinto Quintana, José Lascano, Antonio Villanueva, Antonio Hernández y José Antonio Padilla.

“Los patriotas se hicieron dueños de 11 buques de guerra con su artillería correspondiente, constante de diez cañones de calibre 24, 66 fusiles, muchas lanzas y 12 barriles de pólvora. Fueron echados a pique el bergantín español Andaluz y un bongo; y perecieron en el combate 110 españoles.”

Pero, aunque los españoles quedaban muy maltrechos, aun no terminaba el sitio de Cartagena, que Montilla y Padilla apretaron más. Los españoles que ocuparan los castillos de San Felipe, San José y San Fernando, absolutamente bloqueados y sin abastecimientos ni forma de adquirirlos, pidieron al comandante externo español de la ciudad, Teniente Coronel José María del Olmo, que hiciera una capitulación ante el Comandante Montilla, ya ascendido formalmente a general -igual que Córdova a coronel-.

La capitulación se dio y Montilla otorgó salvoconductos a los jefes españoles para que pudieran evacuar el país con rumbo a Cuba. Pero también incluía el acuerdo que el personal de tropa española, que estaba casi todo compuesto por criollos, de modo voluntario pudiera cambiar el uniforme español por el de Colombia, cosa que hicieron y pasaron a engrosar las filas patriotas.

Eso ocurrió el 10 de julio de 1821, y ese mismo día, los castillos mencionados de la muralla fueron ocupados por los republicanos y sobre ellos flameó la bandera tricolor de Miranda.

De hecho la situación llegaba a su final. Solo había cosas de honor en las peticiones de los peninsulares. Los españoles debían salir para Cuba en barcos suministrados por los republicanos -todos habían sido tomados al enemigo- y acatando éstos con todo el respeto su jerarquía militar.

Montilla aceptó todo, menos que la salida de éstos hacia el territorio español de Cuba se hiciera antes de la entrada de los patriotas republicanos. Y así se hizo.

Estando los españoles presentes, entraron las fuerzas americanas y en marcial parada militar arriaron el estandarte español e izaron la bandera tricolor de la República de Colombia.

Luego se les rindieron los honores a los peninsulares y se les tributó el respeto debido a sus grados militares; y ellos se embarcaron con la promesa, igualmente de honor, de no volver a territorio colombiano en armas.

En el ambiente sonaban los bambucos y la música autóctona que manejaba Córdova. Se fueron y allí quedaron solo los criollos. Cartagena había soportado el último de los sitios y ocupaciones, que fueron muchos, para ser libre por todos los siglos venideros.

http://ntc-narrativa.blogspot.com/2019_09_20_archive.html

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SEGUIMIENTOS Y ACTUALIZACIONES: 

** Noviembre 28 de 2020

Conversatorios Sabatinos de Historia

Academia de Historia del Valle del Cauca


De: mario andres llano restrepo mario.llano@correounivalle.edu.co
Date: sáb, 28 nov 2020 a las 18:36
Subject: Difusión del video y del texto de la exposición del Conversatorio Sabatino de Historia
To: NTC ntcgra@gmail.com, Armando Barona armandobaronamesa@yahoo.com

Por sugerencia planteada por Armando Barona Mesa, Vicepresidente de la Academia de Historia del Valle, al término del primer conversatorio sabatino de historia realizado hoy sábado 28 de noviembre, me permito enviarles el enlacea la grabación y el texto ** del conversatorio para pedirles el gran favor a nombre de la academia, le hagan, si es posible, la edición técnica que sea necesaria a la grabación y la difundan a través del canal de NTC … .

Atentamente,

Conversatorios sabatinos

Mario Andrés Llano Restrepo *** 

Miembro de Número

Coordinador de los Conversatorios Sabatinos de Historia

Academia de Historia del Valle del Cauca

** https://drive.google.com/file/d/1wamrmBDO213MTzd9p3Wu7ZP95Q5W20_M/view

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** El texto, NTC ... lo había publicado el 11 de noviembre de 2020, como aparece en esta página

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